Voluntariado
Búsquedas y curiosidades me llevaron a aterrizar en las calles primeras del barrio Buenos Aires. Sabía de su existencia, pero desconocía su esencia. Llegué hasta Platohedro, plataforma creativa de la ciudad en la que suceden procesos creativos guiados por la búsqueda del bienestar común para todxs, basada en la filosofía del Buen Vivir y el Buen Conocer.
Para vivir y conocer de la vida – “it takes a village”- hay que ser parte, tener un rol, compartir con gracia.
De Platohedro, rápido, me convertí en la voluntaria de la Platoteca, un compilado de documentación sobre procesos y proyectos artísticos y culturales alternativos, propios, locales, nacionales e internacionales.
Ya antes otros curiosos habían llegado y permitieron que este centro de documentación tuviera forma: cuatro grandes secciones, interconectadas, contenidas en un mobiliario que se expande. Más de cien contenidos en diversos formatos e idiomas.
Empecé a observar, a cuidar, a abrazar y a hacer mías algunas lecturas; este espacio facilita la autoformación, la investigación, la creación, el estudio y el intercambio de saberes no sólo para quienes habitan el colectivo más cercano a la institución, sino también para personas, colectivos u organizaciones con o sin acceso a la educación formal. Así se potencia la cultura local, se comparte sobre las culturas en otros territorios, y se invita a preguntar y a crear puentes para conectarnos.
Conocer y conectar para recordar que no estamos solas, que las otras son importantes y que en conjunto nos damos sentido.
Los centros de documentación se están convirtiendo en espacios autónomos de preservación y transmisión cultural, así protegen las identidades y tradiciones culturales de los territorios que se ven frente a la tendencia homogenizante de la globalización.
Estos pequeños centros de documentación del arte, son espacios de resistencia donde se validan formas de conocimiento que podrían ser marginadas o subvaloradas en algunos contextos. Atesorar y compartir las memorias de un proceso artístico en un pueblo de otro continente, nos puede dar pistas sobre cómo las personas están viviendo la misma realidad mundial en otras coordinadas y así permitirnos la pregunta, el asombro, la experimentación, compañía y la convivencia.
Hoy el arte contemporáneo nos invita a tener una posición frente a la realidad, nos acompaña en la toma o no de acciones. Que existan espacios seguros donde se pueda tener acceso a la información, donde se pueda conversar, errar y crear, es una fortuna ¿qué vamos a hacer con esta oportunidad?
Me siento orgullosa de que exista en Medellín uno de estos espacios abiertos al público, el que permite cuestionar el conocimiento de las instituciones que tradicionalmente se han encargado de decirnos qué y cómo aprender. Me siento esperanzada por el presente de los visitantes a la Platoteca. Me hace ilusión que nos estemos preguntando cómo usar los documentos, cómo cuidarlos, cómo leerlos, cómo leernos, cómo compartir e integrar nuevos conocimientos a la vida.
No sabemos muy bien qué nos permitirá esta experimentación, pero confiamos en que, como yo, más personas pasemos del encierro en nuestros propios cuartos al compartir en el jardín, en lo común. Confío en el sostén de lo individual en manos del colectivo, y en la oportunidad de generar conversaciones y discusiones alrededor de las deudas epistemológicas que ya hoy nos atraviesan a todes.
Este espacio es una apuesta por permitirle a la otra saber, ser parte, tener su espacio, hablar si quiere, ser escuchada y compartida siempre. Un espacio para pertenecer desde el cuidado a la diversidad. Teniendo el arte como bandera.
Club de lectura, estudio y reflexión
El acceso a tal variedad de perspectivas artísticas, me inspiró para empezar a organizar y profundizar en el material, pronto me di cuenta de que estos textos son diálogos no sólo sobre el arte en Medellín, sino también sobre prácticas artísticas en distintas partes del mundo.
Mi voluntariado evolucionó hacia la creación de un programa piloto de lectura y estudio, cuyo lanzamiento fue en noviembre de 2024. Este espacio estuvo dedicado a la lectura, la reflexión y el intercambio de pensamientos con un enfoque en la reflexión de autogobernanza en los procesos artísticos.
Fueron cinco encuentros, cuatro documentos de la categoría Arte y Pensamiento y un espacio final para reflexionar y preguntarnos qué hacer, desde Platohedro, con esta oportunidad.
A continuación el inventario de encuentros
Encuentro I
Carta das responsabilidades do artista
https://platoteca.platohedro.org/?p=407
Autor: Hamilton Faria
Instituto Polis
Encuentro II
MDE15 Encuentro Internacional de arte de Medellín
Historias locales/prácticas globales
Autores: Museo de Antioquia
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Encuentro III
Cuaderno de Campo y Cuaderno de Medellin
https://files.cargocollective.com/633257/caderno-de-campo-web.pdf
Autora: Vania Medeiros https://www.vaniamedeiros.com/
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Encuentro IV
Arte en Palestina.
Artistas Palestinas: la tierra=el cuerpo=la narrativa
https://platoteca.platohedro.org/?p=600
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Encuentro IV
Reflexiones internas
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